Miércoles 27/ Mayo/ 2007
Nos situamos en la cuarta clase de la asignatura Nuevas Tecnología y Relaciones Sociales en la cual esta prevista una visita a Can Suris, un telecentro en construcción, situado en Cornellá del Llobregat. Debido a la incertidumbre entre los compañeros de la dirección del centro, se decide quedar a las 16:00 hora, en la entrada de la estación de Tren de Cornellá, con la idea de que todos lleguemos a buen puerto.
Ante esta idea y mi despiste en los últimos día, decido quedar con un compañero del curso, Armando, para subir junto. La cita fue a las tres en la parada de metro de Plaza Cataluña, salida a la Rambla. Mi trabajo y la lejanía de mi nueva casa en Barcelona me hicieron retrasarme en la cita, la cual se pospuso sobre la marcha a las 15:20. Apurada y un poca retrasada, llegue a encontrarme con Armando, al cual encontré enseguida, a pesar de la muchedumbre que lo rodeaba. Una vez juntos decidimos dar comienzo a esta nueva aventura.
Finalmente alcanzamos a montarnos en el metro de Cataluña a eso de las 15:35, más o menos, de ahí hasta la parada de Diagonal, donde hicimos trasbordo a la línea Azul en dirección a nuestro destino: Cornellá. He de destacar que todo el viaje estuvo amenizado por una charla con mi compañero, con el que comentábamos el fin de curso y de su futuro viaje a Perú, como todos para hacer un poco de vida familiar.
Ya en la parada correcta y justo a la salida del vagón nos encontramos con nuestro otro infatigable compañero Martí, que al igual que nosotros llegaba ajustado con el tiempo, aunque no tarde. Desde la salida de la boca de metro fuimos a la entrada de la Estación de Tren donde habíamos quedado, lugar situado justo al lado de la salida del metro. Al llegar nos encontramos con Verónica, otra compañera, que llegando la primera y con tiempo sobrado, aprovecho el asiento de un banco para robar unos rallitos al sol. Seguidamente, con el reloj a punto de marcar las cuatro en punto, llegaron la profesora Mª Jesús Buxó y Ricardo Faura, de nuevo protagonista de nuestras salidas al exterior, que también con previsión de lo que pudiera pasar se habían adelantado y llegado antes de lo previsto, lo que les dejó tiempo para tomar un café en el bar situado frente al lugar donde aguardábamos. A nuestro grupo, ya familiar, se añadieron dos chicas más, las cuales nos presentaron como colaboradoras en el proyecto de la profesora.
Nos situamos en la cuarta clase de la asignatura Nuevas Tecnología y Relaciones Sociales en la cual esta prevista una visita a Can Suris, un telecentro en construcción, situado en Cornellá del Llobregat. Debido a la incertidumbre entre los compañeros de la dirección del centro, se decide quedar a las 16:00 hora, en la entrada de la estación de Tren de Cornellá, con la idea de que todos lleguemos a buen puerto.
Ante esta idea y mi despiste en los últimos día, decido quedar con un compañero del curso, Armando, para subir junto. La cita fue a las tres en la parada de metro de Plaza Cataluña, salida a la Rambla. Mi trabajo y la lejanía de mi nueva casa en Barcelona me hicieron retrasarme en la cita, la cual se pospuso sobre la marcha a las 15:20. Apurada y un poca retrasada, llegue a encontrarme con Armando, al cual encontré enseguida, a pesar de la muchedumbre que lo rodeaba. Una vez juntos decidimos dar comienzo a esta nueva aventura.
Finalmente alcanzamos a montarnos en el metro de Cataluña a eso de las 15:35, más o menos, de ahí hasta la parada de Diagonal, donde hicimos trasbordo a la línea Azul en dirección a nuestro destino: Cornellá. He de destacar que todo el viaje estuvo amenizado por una charla con mi compañero, con el que comentábamos el fin de curso y de su futuro viaje a Perú, como todos para hacer un poco de vida familiar.
Ya en la parada correcta y justo a la salida del vagón nos encontramos con nuestro otro infatigable compañero Martí, que al igual que nosotros llegaba ajustado con el tiempo, aunque no tarde. Desde la salida de la boca de metro fuimos a la entrada de la Estación de Tren donde habíamos quedado, lugar situado justo al lado de la salida del metro. Al llegar nos encontramos con Verónica, otra compañera, que llegando la primera y con tiempo sobrado, aprovecho el asiento de un banco para robar unos rallitos al sol. Seguidamente, con el reloj a punto de marcar las cuatro en punto, llegaron la profesora Mª Jesús Buxó y Ricardo Faura, de nuevo protagonista de nuestras salidas al exterior, que también con previsión de lo que pudiera pasar se habían adelantado y llegado antes de lo previsto, lo que les dejó tiempo para tomar un café en el bar situado frente al lugar donde aguardábamos. A nuestro grupo, ya familiar, se añadieron dos chicas más, las cuales nos presentaron como colaboradoras en el proyecto de la profesora.
Ya eran más de las 16:10 y el sol que al principio era agradable comenzó a ponerse un poco más duro, llegando a ser molesto, lo que animo al grupo a querer comenzar con la excursión. En ese momento solo faltaban dos compañeras: Franchesca y Catherina, las cuales avisaron de que habían perdido el tren y llegarían más tarde, -que si quieren vayan adelantando-. Tras esperar un rato más su llegada y cerca ya de las 16:30, nos dispusimos a emprender el camino. Este no fue tan corto, ni tan sencillo como todos esperábamos, subimos y bajamos cuestas y escaleras… pero finalmente llegamos a nuestro fin, una renovada plaza, la cual albergaba un enorme edificio.
En la plaza y a las puerta de la edificación encontramos al chico responsable de mostrarnos el centro, el cual tras su presentación nos explico un poco que la plaza estaba siendo reformada para dar vida al edificio, el cual en su origen había sido la antigua fábrica de Can Suris, ya abandonada en estos días, y que sería reformada para la creación de un edificio inteligente, que tenía como finalidad acercar las nuevas tecnologías a toda la sociedad. Este comienzo nos dejó un poco perplejos -¿qué querrá decir con eso de edificio inteligente?- Como vemos comparte la misma finalidad que los telecentros que habíamos visito hasta el momento, pero atención, este sería un centro a gran escala, con proyecciones sociales desde el punto de vista nacional y europeo. Es un espacio público, al que podrá acceder cualquier ciudadano, empresa o proyecto.
El guía nos invita a pasar a conocer el edificio y así lo hacemos, entrando por una de las puertas laterales, el motivo lo entendimos tan solo al entrar, - aún están de obras-, los albañiles estaban trabajando, eso si, con todo muy bien dispuesto, incluido el radiocasete con la sintonía de Radio Taxi, para amenizar su ardua tarea. Esta sala en que nos encontramos, con tan solo traspasar el umbral de la puerta, era un lugar enorme situado en la planta baja del edificio, destinada toda ella a actividades sociales de difusión o divulgación, en la cual se nos mostró un poco el mapa de todo el edificio, desvelándonos donde estábamos situados y un poco el recorrido que seguiríamos. Entre tanto y ante la atenta mirada de todos fijada en el plano, comenzó a sonar un móvil, obviamente con las prisas olvide silenciarlo, finalmente y gracias a mi descuido las compañeras que faltaban pudieron contactar con nosotros. Las chicas estaban nerviosas y apuradas, llegaban ya bastante tarde y no sabían donde estaban, ni donde estábamos nosotros. Yo que estaba más perdida aún, pase el teléfono a Ricardo para que les explicara nuestra situación y así parece que sucedió. Tras esta llamada y el desconcierto que la misma creó, volvimos a la visita a la espera de que las jóvenes perdidas pudieran hallarnos sin más imprevistos.
Desde esta sala se nos llevó al vestíbulo, reformado totalmente, de la fábrica solo queda la estructura base. Un lugar abierto y preparado para exposiciones, y justo enfrente de la entrada principal, provista de detectores de metales, se nos explica que se colocará una enorme pantalla informativa, que expondrá las diversas actividades que se estén desarrollando en el centro, en cada momento. Bajo esta enorme pantalla se sitúan dos ascensores, que darán acceso a las dos plantas superiores
A la izquierda, la sala a la que entramos en primer momento: la biblioteca, con estructuras sobre la arquitectura antigua, manteniendo columnas y arcos catalanes y desde donde se podía acceder a toda la información. Momento, este, en el que se nos da una explicación sobre las funciones de la misma y se nos mostraba lo que hasta ahora estaba instalado, es decir, las mesas: nuevas, amplias y con acceso para conectarse, aunque en todo el edificio hay línea inalámbrica. Adentrándonos más en este lugar, se nos muestra, en un módulo de este mismo lugar la Medioteca, un espacio provisto de televisión y sillones, acompañada de otra sala dispuesta con tablas de bibliotecas y mesas separadas por biombos, para un mejor desarrollo del trabajo individual. La videoteca del centro tendrá previstos catálogos a través de los cuales acceder al material, al que igualmente se podrá llegar a través de Internet.
El siguiente destino estaba situado en la parte trasera de la entrada, donde volvimos a dirigirnos, pasando bajo la imaginaria pantalla digital. Dejando esta atrás, entramos en una amplia habitación: el auditorio, preparado para conferencias y otros eventos de gran alcance y difusión. Esta sala estaba constituida por un mobiliario especial, cuya particularidad reside en la movilidad de la cual disponen los mismos y que donan a este espacio la posibilidad de reproducir diferentes funciones, combinando el mobiliario según lo requiera el acontecimiento. Además dos grandes pantallas, en este momento imaginarias también; dos cabinas de audio y grabación, con la idea de que se pueda transmitir por Internet y en directo el acto, si este así lo requiere o si se creyese conveniente. Acompañado de cámaras fijas en los techos, pero dispuesta de la movilidad suficiente para poder grabar cualquier rincón de la citada sala. Además este espacio esta preparado en cuanto a visibilidad, por lo que presenta unos grandes ventanales para obtener gran cantidad de energía natural y a la vez unas importantes persianas, para los momentos de presentaciones visuales que requieran una intensidad menor de luz. En cuanto al audio, también esta dotado para que tenga la mejor acústica.
Saliendo del auditorio y situados en el hall, nos dispusimos a subir las escaleras para alcanzar la primera planta: preparada para la politécnica de aprendizaje y desarrollo y orientado a empresas y proyectos de investigación. En la parte inicial de esta planta, a la cual llegamos, carece de paredes divisorias, su separación se hace posible a base de mamparas móviles, que realmente y a simple vista parecen inmóviles paredes de madera. Este mecanismo les permite la opción de convertir las tres salas, que veíamos en ese momento, en solo una. Este espacio, previsto para reuniones, exposiciones o debates, se encuentra adaptado, a la perfección, para que pueda instalarse cualquier aparato tecnológico. El suelo es de manera y bajo pequeñas trampillas se encuentran los accesos electrónicos, además esta superficie conformada por una especie de baldosas de madera es perfectamente desmontable por entero, permitiendo esto el rápido acceso a algún fallo y facilitando enormemente la tarea de mantenimiento (estas dos últimas características citadas son extensibles a toda la edificación)
Tras el paseo por estas salas, que hasta el momento solo disponían de mesas, se nos condujo al segundo gran espacio de esta planta, dedicada a empresas y grupos de investigación, dividida casi en exclusiva por diversas formas de despachos: en su centro se sitúan dos semicírculos que sirven como lugar de reuniones breves, en lugar cerrado, para que delimite el espacio de grupo; pero a la vez abierto, ya que para una breve reunión no se requiere de gran infraestructura y esta estructura ofrece un relajamiento en el encuentro. EL resto del espacio esta ocupado por despachos de toda la vida, una habitación rectangular con mobiliario de oficina. Se nos explica que al lado izquierdo se sitúan los despachos de los trabajadores de la administración, es decir del personal que trabajará para el centro. Los pertenecientes al otro lado serán para empresas o grupos de investigación, los cuales serán elegidos de entre todas las propuestas o demandas, mediante concurso. Las últimas habitaciones dentro de este apartado están preparadas para funcionar como comedor a los trabajadores y prevista con mesas, pequeñas neveras y microondas.
Saliendo por las puertas contiguas a estas salas, nos volvemos a encontrar con las escaleras, mediante la cual nos encaminamos al encuentro con la segunda y última planta del edificio, dedicada a la digital-media de realización y producción. Como observamos de inmediato es el ala menos rehabilitada del todo el espacio y en principio se prevé que será acabada de cara al próximo año. Esta sala, primera, a la que llegamos es como el ático del edificio y cuyos tejados a dos aguas conforman la figura del techo. Y desde aquí una puerta que nos lleva, desde mi punto de vista a la parte oscura del asunto, la sala de los armarios que permiten el funcionamiento y la distribución de energía e información a todo el centro. La última sala, también prevista para el próximo año, será habilitada para convertirse en un plato digital, con un equipamiento completo en cuanto a este ámbito y la posibilidad de ofrecer posibilidades/ oportunidades a nuevos artistas.
Ante el turno de cuestiones, apareció como primera, la esperada pregunta, -¿Por qué edificio inteligente?- Edificio inteligente porque fluirá, aumentará las redes sociales y además de todos los accesos inmediatos a las nuevas tecnologías, abierto a todas las personas que quieran participar, destacará la posibilidad de que el edificio se adaptará a la gente y no las personas a este. A continuación el encargado de la visita nos apunta, que la idea es que sea un punto de encuentro, un lugar físico y en el espacio; finalidad o principio que igualmente encaja con el resto de telecentros.
Con esta última muestra acaba en principio el recorrido de nuestra visita, pero a casi media hora para cumplir con el horario lectivo, la profesora y su colaborador nos ofrecerán una exposición telemática sobre el funcionamiento a nivel Europeo de estos programas, en cuanto a la construcción de centros de este tipo: Citylab. Para realizar esta actividad, se nos condujo a uno de las tres primeras salas de la primera planta, concretamente la segunda. Esta que constaba de una mesa y varias sillas nos sirvió de ubicación perfecta para la misión, aunque algunos compañeros tuvieron que ir a buscar sus asientos, por falta, en el momento de los mismos. La exposición se realizo con la ayuda de un proyector, para la visualización del contenido de una web en el que se esquematiza el funcionamiento de estas ciudades laboratorios, que estaban llegando por completo al mundo social; lo que fue guiado y explicado por Ricardo Faura.
Tras esta, ya larga, excursión acabamos como siempre dando el agradecimiento al encargado de mostrarnos el centro, aunque en este caso y en vista, parece, de la magnitud que proyecta el edificio, se considero la idea de que todo el grupo se hiciera una foto a las puertas de lo que sería un gran proyecto.
Este tipo concreto de proyecto interactivo de Catlab, es el primero desarrollado en Europa, en referencia a que su finalidad se encuentra en albergar soluciones o iniciativas en problemáticas sociales, en el que todo esta dedicado al ciudadano. El llevar a cabo el proyecto esta suponiendo una lucha que lleva en este momento, y a pocos días de su inauguración, cuatro años de vigencia. En el que desde primer momento tuvieron que luchar por convencer a diferentes instituciones para que colaborasen en la reforma, después, claro esta, de haber conseguido que se cediese esta antigua fábrica para el proyecto. Finalmente consiguieron importantes colaboraciones, como el Ayuntamiento de Cornellà de Llobregat, la Diputación de Barcelona, el Departamento de Universidades… Igual entre uno de sus proyectos, esta el trabajo en colaboración con diferentes institutos de FP, donde se podrá trabajar con los alumnos, sobretodo con aquellos que planteen mayor situación de desconcierto.
También esta basado en la idea de que se propongan líneas de acción y que las personas utilicen este edificio y sus medios para poder trabajar en ellas. En uno de los últimos proyectos, se cierra el trato con el acuerdo de que desde este centro se observe Internet, en espacios donde se trabajan temas en relación a este y mediante este. Para acabar destacar que este centro decide instalarse en Cornellá en honor a que es este barrio el pionero en asociaciones vecinales, así mismo como lo fue más tarde en emprender proyectos con los telecentros.
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